¿Quieren los colaboradores regresar a la oficina?

Antes de la actual pandemia se estima que menos del 3 por ciento de los colaboradores en empresas de américa latina trabajaba vía remota. En el peor momento de la crisis esa cifra llegó a ser del 30 por ciento, de acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Laila Chartuni

El teletrabajo (o home office, como también se le conoce) no era una práctica nueva, pero la contingencia sanitaria aceleró su adopción. De la noche a la mañana un número considerable de organizaciones debieron acogerlo para no ver interrumpida su operación y amortiguar los impactos que traería consigo la crisis.

El informe realizado por la agencia de la ONU no concluye si han sido positivos o negativos los resultados; señala que todavía es muy temprano para predecir el alcance efectivo del teletrabajo. Sin embargo, indica, será necesario que países y sociedades estén preparados para asumir que esta modalidad llegó para quedarse.

Conforme va avanzando la vacunación en los países de la región, las medidas de confinamiento y distanciamiento social se han ido relajando. Un porcentaje alto de población comenzó asalir más, a retomar su vida pública, a visitar a la familia y amigos, e incluso hacer viajes, pero prefieren no regresar a la oficina, al menos no diario o de tiempo completo.Identificamos, resultado de la encuesta realizada por TOP Companies para Súper Espacios de Trabajo 2021, que al 83.5 por ciento de las personas les gustaría trabajar en un esquema híbrido (presencial ya distancia). Pero no sólo eso, sino que el 88.2 por ciento considera que su trabajo es realizable a distancia y 88 por ciento estima que realiza sus actividades laborales con el mismo interés a distancia que en la oficina.

Como podemos ver, el deseo por trabajar bajo un esquema híbrido es alto. Las razones van más allá de su salud o una cuestión de seguridad  sanitaria. El 78.1 por ciento de los entrevistados declararon haber logrado un equilibrio entre sus  actividades laborales y personales, mientras que el 89.6 por ciento aseguró que bajo este esquema les encantan sus labores en la empresa.

En ciertos ámbitos se asevera categóricamente que el teletrabajo ya no se irá (al menos en modelo  híbrido), sin embargo, esa orientación no se observa con claridad en Latinoamérica. La mayor parte de las empresas en la región están realizando (o planean hacerlo pronto) el retorno de sus colaboradores a los lugares de trabajo.

Y es que en la región ha imperado hasta el momento el presencialismo, un modelo en el que los colaboradores deben cumplir con horarios fijos y se les evalúa en relación directa con el tiempo que pasan en la oficina.Sin embargo, son muchas las personas que se resisten a volver a sus lugares de trabajo. Están preocupadas por el tiempo, esfuerzo y gastos que les requerirá cambiar de nueva cuenta sus rutinas, pero sobre todo porque sienten que perderán en productividad, equilibrio en su vida, tranquilidad y en salud mental.

El reto es complejo y profundo. Implica un cambio en la cultura de las organizaciones, un replanteamiento de sus dinámicas de colaboración, de las relaciones laborales, de la conformación de equipos, de su estilo de liderazgo, de la forma en que se plantean las metas y cómo se trabaja para alcanzarlas.La oficina, está claro, no volverá a ser la misma de antes.

Así es que las empresas deberían estarse preparando para los cambios que seguirán. Deberían estar alistándose ante la posibilidad de un retorno limitado y para una fuerza laboral que exigirá cada vez más flexibilidad respecto al trabajo remoto.

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