Reinventarse o morir

Reinventarse o morir

Hoy se habla de que las empresas deben reinventarse o morirán. No es una expresión alarmista o fatalista, es una realidad que puede observarse a nivel global. Millones de empresas han desaparecido y se estima que muchas más lo harán.

¿Qué tanto deben cambiar las empresas? Tanto como sea necesario para sobrevivir y adaptarse a la nueva realidad. Hacer ajustes no es suficiente; hoy es imperante emprender una transformación profunda, que implique cuestionarse con honestidad, resignificar la cultura, replantear los principios y, con base en ello, reinventarse.

¿Y por qué si estamos conscientes de que la nueva realidad impone reglas inéditas, establece condiciones diferentes a las habituales y nos exige hacer las cosas de manera distinta, no se están reinventando todas las empresas?

Porque la transformación no es sencilla, porque cambiar cuesta trabajo y genera resistencia, porque la reinvención demanda desprenderse de lo que nos había venido funcionando, porque no estamos habituados a desechar la concepción que tenemos de la realidad y menos destruir las estructuras conceptuales que nos brinda seguridad.

Hacerlo requiere valor, entendido como la determinación para tomar decisiones y el arrojo para acometer grandes empresas, de atreverse, pero no como un acto de osadía irresponsable. Es necesario conocer lo que acontece en el exterior, pero sobre todo en el interior.

Así que, si hoy se ha puesto sobre la mesa la necesidad de reinventar algún negocio, producto o servicio, o bien la manera como operan, la relación que mantienen con sus clientes o algún otro menester, deberían comenzar por analizar las características internas de la empresa. En otras palabras, hacer un ejercicio de autoconocimiento.

Un buen comienzo es identificar qué de la empresa, de lo que hace, de cómo lo hace, de sus valores, de su cultura no le permite enfrentar con éxito la nueva realidad que se nos presenta.

Esto nos permitirá reconocer lo que hoy no nos funciona y nos afecta, para poder actuar en consecuencia y deshacernos de esas acciones, interacciones, pensamientos y ejecuciones que están frenando el cambio y nuestra reinvención.

A partir de lo anterior podemos, ahora sí, pensar en reconstruir, en reinventar, y para ello se requerirá de una planeación estratégica que contemple desde modificar procesos de producción hasta replantear objetivos. La tarea apenas comienza.

Si te interesa saber cómo ha sido el proceso de reinvención en las Empresas TOP o cómo puedes fortalecer tu cultura organizacional para implementar cambios, te invitamos a que nos escribas [email protected]

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